Miguel Angel Mañas, traducir el murmullo que no cesa.

por María Pérez

Tengo que agradecerle al dramaturgo y director de teatro Miguel Angel Mañas que me haya invitado a escribir uno de los prólogos de su último texto Tu palabra hágase en mí; un texto intenso, emocionante, necesario.

Encender una pequeña llama. Recorrer  territorios abandonados. Poner nombre. Señalar. Decir. Mirar lejos. Traducir el murmullo que no cesa. Detenerse un momento en el vaivén desordenado de las aceras. Levantar las esquinas sucias del mundo. Penetrar  con un dedo invisible, atravesar huesos, ligamentos, estructuras, hasta pulsar ahí, en el corazón, en la materia extraña del alma. Despertar. Despertarse.

En estos días cansados llenos de imágenes, de palabras, de ruido y prisa, Miguel Angel mira, observa, señala. Porque ocurren cosas y debemos saberlo, con la cabeza y con el alma.

Gracias Miguel Angel

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